Guerra nuclear entre EU y Rusia causaría una hambruna global con pocos refugios seguros, algunos en Latinoamérica

Los países más afectados serían aquellos altamente dependientes de importaciones alimentarias, como gran parte de África, Medio Oriente y Asia. En contraste, algunos países con sistemas agrícolas resilientes y menor dependencia del comercio global podrían resistir mejor la crisis
Una guerra nuclear entre Estados Unidos y Rusia podría llevar a una hambruna global sin precedentes, poniendo en riesgo a más de 5 mil millones de personas debido al colapso de los sistemas alimentarios. Como consecuencia de este conflicto, sólo unos pocos países quedarían como refugios seguros.

Así lo indica un análisis publicado en 2022 en la revista Nature Food, titulado «Global food insecurity and famine from reduced crop, marine fishery and livestock production due to climate disruption from nuclear war soot injection». En este estudio se analizan varios escenarios de conflictos nucleares, siendo el de una confrontación entre estas dos potencias el más devastador.

El modelo desarrollado por los investigadores autores del estudio evalúa cómo las explosiones nucleares liberarían enormes cantidades de hollín a la atmósfera, bloqueando la radiación solar y reduciendo drásticamente las temperaturas globales.

Este «invierno nuclear» devastaría cultivos básicos como el trigo, el maíz, el arroz y la soya, con reducciones de hasta un 90% en su producción, dependiendo de la región y el nivel de emisiones de hollín.

Los países más afectados serían aquellos altamente dependientes de importaciones alimentarias, como gran parte de África, Medio Oriente y Asia. En contraste, algunos países con sistemas agrícolas resilientes y menor dependencia del comercio global podrían resistir mejor la crisis.

Los refugios seguros: países menos afectados

El estudio identifica a algunas naciones como las menos vulnerables a una hambruna nuclear. Australia y Nueva Zelanda destacan debido a su capacidad para producir alimentos en climas más fríos y a su relativa autosuficiencia alimentaria. También se beneficiarían de la riqueza de recursos marinos en sus aguas territoriales, que, aunque afectadas, experimentarían impactos menos severos que la agricultura terrestre.

Aunado a ello, países de Latinoamérica tendrían, al igual que Oceanía, oportunidades para mantener una posible autosuficiencia alimentaria; son territorios como: Costa Rica, Panamá, Guyana, Suriname, Guyana Francesa, Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentina. 

Sin embargo, incluso estas naciones enfrentarían desafíos significativos, como el manejo de flujos migratorios masivos y la presión sobre sus recursos locales.

Los autores del estudio subrayan la importancia de trabajar en medidas de resiliencia alimentaria y la necesidad urgente de prevenir conflictos nucleares.

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