Álvaro Belin Andrade
Este domingo 29 de abril arranca la media maratón para ver quiénes ocupan los principales puestos de los poderes ejecutivo y legislativo en Veracruz. Aunque a nivel local, es posible que la elección de los diputados locales cobre relevancia, lo cierto es que a la elección presidencial, cuyas campañas ya llevan su buen trecho, lo que le va a poner sabor al caldo va a ser la elección del próximo gobernador de Veracruz. Y los tres principales van a tratar de ocupar al máximo el tiempo permitido por la ley para realizar sus labores de proselitismo.
Aunque encuestas cuchareadas, unas veces por el PAN y otras por Morena, visualizan una elección de solo dos candidatos dominantes (las de esos partidos), lo cierto es que hace mucho tiempo que los resultados electorales en Veracruz se dirimen en el último momento y a tercios. Eso ha ocurrido con las elecciones para Gobernador, pero también en las elecciones presidenciales, lo que nos hace suponer que no habrá cambios en la tendencia.
Esto ha sido claro en las dos anteriores elecciones presidenciales, la de 2006 y la de 2012. En la primera, la de 2006, Andrés Manuel López Obrador, candidato de la alianza PRD-PT-Convergencia, obtuvo el tercio mayor en Veracruz, con un total de 1 millón 36 mil 494 votos (35.23%), mientras que en el segundo se colocó Felipe Calderón, del PAN, con 1 millón 6 mil 676 sufragios (34.21%). En el tercer puesto quedó el candidato del PRI y PVEM, Roberto Madrazo Pintado, con apenas 727 mil 688 votos (24.73%).
En la siguiente, la de 2012, quien se llevó el tercio mayor fue el PAN, con Josefina Vázquez Mota, que obtuvo 1 millón 204 mil 712 votos, casi 200 mil más que seis años antes, para quedar con el 33.63 por ciento, alrededor de mil 600 votos más que quien ganó esos comicios en el país, el priista Enrique Peña Nieto, quien recibió el voto de 1 millón 203 mil 114 veracruzanos (33.59%), una diferencia de casi medio millón más que el tabasqueño Madrazo Pintado. En tercer lugar quedó otro tabasqueño, Andrés Manuel López Obrador, postulado por el PRD, el PT y Movimiento Ciudadano, quien logró 30 mil votos menos que seis años antes, para quedar con 1 millón 3 mil 23 sufragios (28.95%).
Para la última elección de Gobernador, la de 2016, se vio nuevamente un resultado a tercios, en que resultó ganador Miguel Ángel Yunes Linares, por la alianza PAN-PRD, con una suma de 1 millón 54 mil 733 votos (34.39%), seguido de Héctor Yunes Landa, del PRI-PVEM-Panal, quien obtuvo 928 mil 249 sufragios (30.27%) y, finalmente, en tercer lugar, Cuitláhuac García Jiménez, de Morena, con 809 mil 626 votos (26.4%).
De manera que no es posible creerle a encuestas que casi ponen en el limbo al hijo del gobernador, con casi el 50 por ciento de la preferencia electoral, o por el contrario, a aquellas que colocan a Cuitláhuac García Jiménez en los cuernos de la luna, dejando a Pepe Yunes con un apoyo marginal menor a 20 por ciento e, incluso, por debajo de los 10 puntos porcentuales.
El domingo comienzan campañas gubernamentales
En Perote, por la mañana del domingo, iniciará su largo peregrinaje en busca del voto popular el candidato priista a Gobernador, José Francisco Yunes Zorrilla, justo en su tierra, de la que ha sido alcalde, dos veces diputado local y en dos ocasiones diputado federal, antes de ser Senador de la República, donde presidió la Comisión de Hacienda y Crédito Público y donde gestionó para Veracruz alrededor de 3 mil millones de pesos destinados a obra pública de municipios de diferentes regiones del estado, apoyo a productores agropecuarios, carreteras y proyectos sociales.
Frente a él, Cuitláhuac García Jiménez, quien va por su segunda oportunidad en pos de la gubernatura (e, incluso, con la más alta intención del voto), acaso por convicción política o por imposición de su partido y su entonces dirigente nacional, nunca quiso gestionar recursos para acciones en Veracruz, en particular, en el distrito de la capital del estado.
Pues, bien, Cuitláhuac va a iniciar su segunda campaña rumbo al Palacio de Gobierno de Veracruz con una actividad física desde las 7 de la mañana del domingo, en el Paseo de los Lagos en Xalapa, donde estará la medallista olímpica Ana Gabriela Guevara, ahora enfundada en el uniforme de Morena.
Por su parte, el candidato oficialista, Miguel Ángel Yunes Márquez, hijo del actual gobernador, quien quiere perpetuar a la familia en un puesto que le ha quedado enorme, solo ha informado que iniciará su campaña en Boca del Río, mientras que la candidata del Partido Nueva Alianza, July Sheridan, ha anunciado que comenzará en Minatitlán.
Cuitláhuac nunca ha bajado recursos para Veracruz
A finales de 2015, como diputado federal por Xalapa, Cuitláhuac García Jiménez dijo abiertamente, incluso molesto ante los cuestionamientos de la prensa, que él no iba a gestionar recursos para su distrito, como sí lo había hecho su antecesor, diputado federal por el PRD, Uriel Flores Aguayo, quien logró materializar –en conjunto con el Ayuntamiento de Xalapa– mejoras en equipamiento urbano de colonias donde le dieron el voto, gracias a millonarios recursos gestionados ante dependencias del gobierno federal.
Todavía hoy es muy difícil saber quién es el diputado federal por Xalapa, cargo al que por segunda ocasión solicita licencia el candidato de Morena, quien no ha tenido una sola experiencia en bajar recursos para los veracruzanos.
En su oportunidad, Cuitláhuac García Jiménez señaló que él nunca se había comprometido a gestionar recursos federales para aplicarlo en obra pública, y que solo lo había hecho para lograr un cambio de gobierno. Gracias a ello, los xalapeños no lograron para 2016 un solo quinto para obra pública, pese a que estaban disponibles con la mínima gestión de su diputado federal.
“Yo no tengo ese compromiso, esta versión de las obras no me toca, nosotros estamos para legislar y para decidir los votos de los presupuestos, pero nada más”, confesó a medios de comunicación. “Cada municipio, que se rasque como pueda, yo no voy a solicitarle ni al presidente municipal ni una obra, lo que sí le voy a solicitar es que haga transparente el recurso que le llegue, ya que es una exigencia del pueblo xalapeño; tiene que decir cómo se va a aplicar y cómo se va a gastar”.
Como su líder nacional, Cuitláhuac solo ha dedicado sus días como representante popular a la política partidista, sin mayores luces en el trabajo legislativo, en lo que sí brilló con luz propia su compañera de partido, Rocío Nahle, hoy candidata al Senado junto a Ricardo Ahued, y quien era la más indicada para luchar por la gubernatura de Veracruz. Desde mi punto de vista, la ingeniera Nahle está más preparada académica y políticamente para encabezar el gobierno de un estado tan complejo como Veracruz. En cambio, Andrés Manuel López Obrador ha preferido guardarla para convertirla en su secretaria de Energía, en caso de ganar la Presidencia de la República.
En la SEV, pendientes de la elección
Luis Manuel González García, profesor y acucioso analista, a quien sigo en redes sociales, siempre es capaz de poner en sus comentarios la pizca de realidad que corrobora los temores de quienes vemos tendencias generales, actitudes políticas y formas de gobernar. Mientras nosotros lanzamos hipótesis, algunas de las cuales debemos desechar con el tiempo, González García nos da la prueba necesaria para convertir otras en teorías irrefutables.
En este espacio hemos afirmado, desde el principio del gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, que en la Secretaría de Educación (SEV), con Enrique Pérez Rodríguez, un experto en cuestiones electorales y de seguridad, la educación iba a ser lo menos importante. Desde el principio estuvo claro que el despido masivo (y autoritario) de burócratas no tenía como propósito adelgazar el gasto corriente: era una maniobra para atiborrar las oficinas con operadores electorales del entonces alcalde boqueño y hoy candidato al Gobierno de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Márquez. También para colocar a los aliados del PRD, aunque en menor medida.
Luis Manuel González García nos narra su encuentro con un amigo suyo, maestro en Córdoba que, en una charla informal y sin ánimo de hacer política, pinta de cuerpo completo lo que sucede con esa dependencia:
“Estos días encontré a un amigo maestro de la regional de Córdoba, caminando en Plaza Américas. Venía con sus alumnas en uniforme deportivo; me dijo que había venido a la Olimpiada Infantil 2018 después de ganar el paso a la fase estatal.
“Me dijo: -Profe, me voy muy triste, no hubo ninguna autoridad que inaugurara, todo muy desordenado, ni una botella de agua le dieron a los niños… ya las traje aquí para que se distrajeran al menos, a este “gobierno” no le interesamos.
“Los papás gastan para que sus hijos participen en las justas deportivas escolares, los llevan a la fase de zona, de región, los traen a la capital, cargando todos los gastos (autobús, uniformes, alimentos, en ocasiones hospedaje), con la ilusión de ganar el derecho de representar a Veracruz en la Olimpiada Nacional.
“Llegaron y se encontraron con que los servidores públicos de la SEV y del Gobierno del Cambio estaban muy ocupados para ir a ver a estos niños deportistas, a sus maestros y sus papás; no tenían tiempo para eso, ni para mandarles una botella de agua o un refrigerio.”
El maestro González García concluye su relato con la siguiente reflexión:
“Está claro que a la SEV solo le importa un hijo de un veracruzano, el joven Príncipe Pelele impuesto para suceder en el trono a su papi, el Góber del Cambio. Para él sí tienen tiempo y están en primera fila en sus eventos de campaña, ahí llueven las botellas de agua, los refrigerios; ahí sí hay atención. Los demás, los niños de la olimpiada del conocimiento, los de la olimpiada infantil, los mejores niños de Veracruz, los más disciplinados, los que anhelan representarnos, esos no merecen literalmente ni agua. Si así es el papá, ¿cómo sería el hijo?”.
Ni para convencerlo de lo contrario.
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