HORA LIBRE…Veracruz, foco rojo electoral por violencia criminal

Álvaro Belin Andrade

Mientras la Secretaría de Gobernación observa para la contienda electoral focos rojos en Guerrero, Jalisco, Guanajuato, Veracruz y Tamaulipas, además de algunos municipios de Puebla colindantes con Veracruz, debido a la violencia ejercida por la presencia de cárteles y huachicoleros, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares está entregado en cuerpo y alma en lograr la victoria de su hijo, candidato a sucederlo.

El titular de la Segob, Alfonso Navarrete Prida, dijo este martes (de manera muy escueta, por cierto) que esos cinco estados son considerados como focos rojos para los comicios del 1 de julio, más por la violencia criminal que por conflictos interpartidistas.

El gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, sin embargo, ha minimizado el tema porque lo que más le interesa es lo electoral; no quiere distraerse con cosas baladíes como la violencia criminal que se ha acentuado. Por ello, respecto a posibles brotes de violencia el día de la elección, dijo a la prensa que “no hay ninguna razón para pensar que pudiera haberlos”, y remató: “En Veracruz hay condiciones óptimas para que la elección se lleve a cabo”.

Para Navarrete Prida, las regiones están claras. “Es Guerrero, en algunas de sus zonas; es Jalisco, con presencia de un grupo criminal violento. Es Guanajuato, con el tema de la venta de huachicol; Veracruz en alguna de sus zonas, Tamaulipas en la parte norte”.

Nosotros pensamos que es más de una zona la que está con graves problemas de seguridad. Los grupos criminales estarían operando a favor de ciertos candidatos, lo que por supuesto no sale ni saldrá a la opinión pública, y se prevé la actuación de las fuerzas policiacas estatales, como lo hizo en la elección precedente, para inhibir violentamente el accionar de los partidos opositores, al mismo tiempo que proteger el acarreo de votantes, compra de votos y presión sobre grupos de electores por parte de los partidos de la alianza oficialista de PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.

El titular de la Segob dijo que lo que ven desde la capital del país “son lugares muy focalizados por razones muy focalizadas, que no tienen que ver con lo electoral o el debate político, sino con condiciones de seguridad y de combate a organizaciones criminales. Desde luego se están tomando las previsiones necesarias”, precisó.

Por lo pronto, buena parte de la violencia que sí se está dando en el proceso electoral mismo está proviniendo de operadores de candidatos y partidos de la alianza oficialista, el más destacado, lo ocurrido en contra de la colega periodista Rosa María Hernández Espejo, candidata de Morena a la diputación local por el distrito XV, con sede en Veracruz Puerto.

Su equipo de apoyo fue agredido por gente del equipo del diputado local que busca la reelección, Bingen Rementería, hijo del candidato panista al Senado, Julen Rementería, quien ha sido atrapado por una tormenta mediática por haber entregado contratos de obra al dirigente estatal del PAN, José de Jesús Mancha Alarcón, un auténtico negociante de contratos públicos no solo de obra sino también de medios, como los convenios de publicidad obtenidos en la Legislatura local para dos portales suyos recientemente abiertos.

 

Impunidad y obra pública, monedas de cambio

La prensa veracruzana se ha dividido entre aquella que considera la incorporación de ediles de diversos partidos a la campaña de Chiquiyunes como una espontánea fuga de cuadros que ven con mejores ojos al candidato de enfrente, y aquella que la señala (con mejor perspectiva, no oscurecida por convenios publicitarios o apoyos económicos del gobierno estatal) como una descarada compra de políticos con posibles deudas con la justicia, a quienes se les ha ofrecido plata o cárcel, al rancio estilo del crimen organizado.

La candidata plurinominal panista al Senado y extitular de la Sedesol estatal, Indira de Jesús Rosales San Román, ha sido la operadora de la cooptación de alcaldes, síndicos y regidores opositores para dar golpes mediáticos que buscan crear la percepción de que Chiquiyunes es capaz de conquistar a tirios y troyanos, convenciéndolos con su franca sonrisa, su ejemplo como exalcalde boqueño (en cuya titularidad en dos ocasiones ha dejado sobreendeudado la tesorería municipal) y sus propuestas que constituyen la panacea para todos los jarochos.

Y es que a esa campaña lo que le urge para levantar es hacer circo, maroma y teatro. Sin embargo, la ‘incorporación’ de alcaldes y regidores de diversos partidos a la campaña de Chiquiyunes, en lugar de generar certidumbre y simpatía por parte de los electores, lo que está provocando es un rechazo creciente a todo lo que huele a Yunes azules.

Los veracruzanos observan que la manera que usa el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, que es la mano que mece la cuna, para ‘convencer’ a los convertidos es ofreciéndoles impunidad e inversión en obra pública. Y es que se están afiliando personajes de diversas estaturas a una campaña a la que no van a aportar nada, porque lo importante es generar la percepción de que el candidato panista no solo crece sino que lo hace convenciendo con unas propuestas programáticas inventadas en el cuarto de guerra ubicado en Palacio de Gobierno.

¿Le alcanzará para remontar su desventaja en las encuestas?

 

Abierto proselitismo de alcaldes convertidos

Por eso, el dirigente estatal priista, Américo Zúñiga Martínez, pidió que se transparenten los acuerdos por los cuales hay presidentes municipales que de manera abierta y sin decir por qué, hacen proselitismo a favor del candidato del PAN, PRD y MC, Miguel Ángel Yunes Márquez, un acto “ilegal e inmoral”, que deberá investigarse para saber si entre los ofrecimientos se está dando “impunidad” a cambio.

Dijo que el CDE del PRI respeta la decisión de cada quien al tomar una consideración de naturaleza político-electoral, pero también tienen conocimiento y de tener las pruebas las harán públicas y presentarán las denuncias de que en muchos de los alcaldes y ex alcaldes “se les estén chantajeando”. ¿Cómo? A través de obras para municipios y acciones para que puedan hacer pronunciamientos que marcan una clarísima desesperación por hacer que la opción política PAN-PRD pueda crecer.

Según Américo, están enterados de cómo todos los días hay presidentes municipales, actores políticos y líderes que son llamados, invitados a un diálogo, a un café, con la finalidad de ofertarles obras públicas a cambio de que den su apoyo al PAN.“Unos aceptan y sin embargo muchos de ellos ni siquiera acceden al diálogo” afirmó.

Para el candidato de PRI y PVEM, Pepe Yunes, son “acciones desesperadas” para hacer creer a los ciudadanos que hay un «posible quiebre» al interior del PRI, y lo hacen porque las encuestas «serias» revelan que el 1 de julio la disputa por la gubernatura será entre el PRI y Morena.

Yunes Zorrilla dijo que la simpatía del electorado se divide en tercios y no hay una definición por algún candidato a la gubernatura. “Al final esto está en tercios hoy, la tendencia a la alza, la única tendencia a la alza permanente en las encuestas serias, no las que mandan a publicar como propaganda, es la nuestra y el cierre será una parejera entre Morena y PRI”.

Y añadió: “Lo único que puedo expresar es que si, como lo quieren aparentar, el PRI no estuviera contendiendo, entonces por qué hay tanto interés de operar políticamente con priistas? Saben que la única alternativa que viene creciendo de manera puntual es la que nosotros representamos, es evidente que la tendencia local y nacional que viene a la baja es la del Frente”.

 

Los feminicidios, al alza en Veracruz

Mientras Yunes Linares juega a las elecciones, el estado de Veracruz sufre los momentos más terribles por el crecimiento en el número y bestialidad de los feminicidios, que se están cebando sobre todo de mujeres jóvenes, a quienes se desaparece, viola, tortura y asesina, sin que el gobierno estatal haya hecho maldita la cosa tanto para evitarlo como para atrapar a los asesinos.

            Los casos más recientes y divulgados, sobre todo por la reacción de la población, han sido los de Coscomatepec y Tlapacoyan, donde se han organizado manifestaciones numerosas y llenas de cólera que han llegado incluso al bloqueo de carreteras como en el caso de Tlapacoyan.

            En Coscomatepec fue desaparecida y luego asesinada Anayeli Torres Morales, de 19 años. El viernes pasado fue desaparecida y de inmediato la población inició su búsqueda, pero posteriormente fue hallada en el fondo de un barranco, con signos de violencia en vida y, por supuesto, fue encontrada muerta.

En el caso de Tlapacoyan, la población se levantó indignada en una protesta que escaló hasta el cierre de la circulación entre la costa y la sierra, dejando a miles de automovilistas y transportistas varados a la entrada de la cabecera municipal. Ahí, en menos de 72 horas, fueron desaparecidas y, posteriormente, halladas muertas las jóvenes Yanine, Yuneri y María Azucena. La primera, de 26 años, madre de tres niños y trabajadora; la segunda, de 23 años, originaria de Piedra Pinta. Ellas dos encontraron su destino final en la comunidad de Arroyo de Piedra. Finalmente, María Azucena fue desaparecida y su cuerpo encontrado atrás del plantel del Cobaev, en la colonia Año 2000.

A ellas cuatro se han sumado muchas mujeres veracruzanas, quienes encuentran la muerte a manos de bandas criminales que las torturan, abusan sexualmente y asesinan, sin que las autoridades estatales hayan logrado crear un sistema de seguridad pública que evite estos acontecimientos que nos han hecho acreedores de dos Alertas de Género.

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