El Papa Francisco, de 86 años, fue llevado este miércoles al Hospital Gemelli en primera instancia para un «control médico programado», sin embargo horas más tarde se dio a conocer que permanecerá internado «varios días» por una «infección respiratoria», informó El Vaticano en un breve comunicado.
Los controles médicos «pusieron de manifiesto una infección respiratoria (excluido el Covid-19), la cual va a requerir varios días de un adecuado tratamiento médico hospitalario», precisó en la nota el portavoz del papa, Matteo Bruni.
Francisco, que en marzo festejó 10 años de papado, participó en la mañana del miércoles de la audiencia general en la plaza de San Pedro, durante la cual apareció sonriente al saludar a los fieles desde su «papamóvil». Sin embargo, según los fotógrafos de AFP, se movilizaba con dificultad y parecía sufrir fuertes dolores.
Francisco, quien se traslada en silla de ruedas desde mayo del 2022 debido a la artritis en la rodilla derecha, permaneció 10 días en el hospital Gemelli en julio de 2021 por una delicada operación de colon. El Papa explicó luego que esa operación le dejó «secuelas», por lo que decidió descartar someterse a una cirugía de rodilla, como aconsejan sus médicos.
El mundo conocía ya sus varios achaques debido a que sufría de una ciática crónica que lo obligaba a cojear, por lo que tuvo que renunciar en algunas ocasiones a ceremonias oficiales.
El hospital Gemelli es el centro médico donde también el Papa Juan Pablo II fue internado en varias ocasiones e inclusive le extirparon un tumor benigno en el colon en 1992.
Conjeturas y secretos sobre su salud
La salud del Papa, sobre todo debido a la edad de Francisco y a sus problemas para caminar, suelen desatar todo tipo de conjeturas.
En las varias entrevistas concedidas en los últimos meses, el Papa latinoamericano ha evocado la posibilidad de renunciar, tal como lo hizo su predecesor en 2013, Benedicto XVI, fallecido a finales de 2022.
En julio pasado Francisco confesó que «ya no podía viajar» con el mismo ritmo de antes e incluso mencionó que podría «hacerse a un lado».
Pero en febrero aclaró que la renuncia de un Papa «no debe convertirse en una moda» y que esa idea «por el momento no estaba en su agenda».
Desde hace un año, Francisco cuenta con un «asistente personal sanitario», una enfermera, que lo asiste en forma permanente.
La salud de los papas ha sido siempre «materia reservada» para el Vaticano y mantenida en general en secreto.
El médico y periodista argentino Nelson Castro presentó recientemente en Roma un libro sobre la salud de los papas y recorrió las enfermedades padecidas por ellos desde Leon XIII y habló en particular del tema con Francisco.
A Castro le contó que se había «recuperado por completo» y que «nunca se había sentido limitado desde entonces».
También confesó que cuando residía en Argentina fue tratado con acupuntura china por el dolor de espalda, que sufría de «cálculos en la vesícula biliar» y que en 2004 tuvo un problema cardíaco «temporal» debido a un ligero estrechamiento de una arteria.