La revista científica British Medical Journal (BMJ) calificó como “poco ético” la inclusión que hizo el gobierno de la Ciudad de México de ivermectina en los kits que se entregaban a personas que dieron positivo a Covid-19.
LATINUS
En un artículo publicado ayer en la página oficial de la BMJ se señala que en otras partes del mundo, como en Estados Unidos, también se recetó el uso de ivermectina para tratar la Covid-19, aun cuando no hay datos concretos sobre su eficacia en seres humanos contra esta enfermedad.
“El gobierno de la Ciudad de México entregó el año pasado cerca de 200 mil ‘kits a base de ivermectina‘ a personas que habían dado positivo por Covid-19, sin decirles que eran sujetos de un experimento sobre la eficacia del fármaco”, indica el artículo firmado por Owen Dyer, periodista que labora en el BMJ.
Los resultados de ese experimento, firmado por funcionarios públicos de la capital del país, fueron publicados en un artículo colocado en el popular servidor SocArXiv, pero generó críticas porque no se especificó a los que recibieron los kits que formaban parte de un procedimiento experimental.
Ante las solicitudes de la opinión pública y de expertos en la materia, SocArXiv decidió bajar este artículo de su plataforma calificándolo de “muy mala calidad o deliberadamente falso y engañoso”.
El comité directivo del sitio señaló que había respondido “a una oleada de personas que nos suplicaba que actuáramos” para “evitar que el periódico causara daños adicionales”.
“El documento está difundiendo información errónea, promoviendo un tratamiento médico no probado en medio de una pandemia global. El documento es parte y justificación de un programa gubernamental que dispensa (o dispensaba) de forma no ética medicamentos no comprobados aparentemente sin el debido consentimiento o las protecciones éticas apropiadas”, citó el BMJ a la plataforma SocArXiv.
Entre los principales autores de este experimento están José Merino, director de la Agencia Digital para la Innovación Pública de la Ciudad de México, y Olivia López Arellano, secretaria de salud de la capital del país.
El BMJ también mostró las críticas que realizó del gobierno capitalino contra quienes querían que se dejara de publicar su artículo, incluso llamando “colonialista y autoritaria” esta decisión.