Morena acaba con la prestamista de los agricultores, que llevaba operando desde hace 20 años, con el argumento de que favorece la corrupción. El sector pide apoyos y financiamientos focalizados
Entre las 20 iniciativas que los senadores del partido oficialista aprobaron en vía rápida el viernes, y sin presencia de la oposición, hubo una que le mereció menos votos a favor aun dentro del propio partido: la desaparición de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND). Conocida como Financiera Rural, la prestamista de los agricultores llevaba operando bajo ese nombre desde hace 20 años y ahora desaparecerá.
A diferencia de, por ejemplo, la reforma a la Ley Minera que impacta a las grandes empresas del sector y que recibió 66 votos a favor, la extinción de la FND obtuvo 57 votos, lo que indica que aun dentro del partido, Morena, hubo menos apoyo a la iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador. La Financiera dejó de otorgar préstamos desde diciembre, por lo que la especulación de que desaparecería ya se escuchaba en el sector. El pasado 16 de abril, el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), asociación que conglomera a productores en todo el país, emitió un comunicado expresando su preocupación “por el impacto que el cierre de FND tendrá en el sector agropecuario, principalmente en los pequeños y medianos productores que dependen del financiamiento”.
“Vamos a extinguir esta institución epítome de la corrupción porque la dejaron seca”, dijo en el podio del Congreso la diputada María Clemente García, de Morena, el jueves. Su compañero de bancada, Benjamín Robles, aseguró que los resultados de la FND “muestran una depredación de sus recursos por parte de la ideología rapaz del neoliberalismo”.
La oposición, por su parte, asegura que la disfunción de la organización fue infligida por la propia Administración de López Obrador. De acuerdo con datos recopilados por el senador de oposición, Luis David Ortiz, del partido Movimiento Ciudadano, la cartera del organismo se redujo en 49% entre 2018 y 2023, mientras que la cartera vencida incrementó 67% y el índice de cobertura de la cartera vencida se deterioró de 103% a 78%.
En la intervención que tenía escrita para leer en la esperada discusión de la iniciativa, la cual no se llevó a cabo, Ortiz sentenciaba: “Los productores no han podido salir de la crisis económica y productiva, están necesitados de financiamientos con tasas de interés flexibles, hoy lamentablemente algunos están pagando créditos hasta con el 15% o más de intereses. El sueño de que los agricultores cuenten con una banca integral y especializada en el campo se aleja cada vez más en el horizonte del gobierno de la Cuarta Transformación”.
En una entrevista con el diario El Economista el 23 de abril, el presidente del CNA Juan Cortina aseguró que el vacío que deje la Financiera Rural lo deberá llenar la banca comercial, que, históricamente, ha excluido a pequeños y medianos empresarios en todos los sectores. “Nosotros como CNA hemos estado trabajando con la banca comercial para que conozcan mejor al sector y vean que es un buen negocio prestarle a los productores; sin embargo, la FND jugaba un papel importante en el proceso, principalmente, para los pequeños y medianos productores del país”, le dijo el empresario al medio nacional.
El programa insignia de apoyo al campo de López Obrador, llamado Sembrando Vida, se centra en el otorgamiento de dinero a cambio de árboles plantados. En el último año, el presidente ha buscado que se entreguen recursos a cambio, también, de cultivos como el maíz y el frijol, básicos en la dieta mexicana. El sector ha sido de los más golpeados por la guerra en Ucrania, ya que depende fuertemente en los fertilizantes rusos para producir. A pesar de los intentos de la Administración federal por crear fertilizantes y distribuirlos en el territorio nacional, agricultores se han quejado de que no llegan a todos por igual.
En marzo, López Obrador viajó al estado norteño de Sinaloa, en donde lo recibieron agricultores en tractores para pedirle se establezcan precios de garantía para sus cultivos, como el trigo y el maíz, ya que los costos de producción han aumentado en los últimos años.