Llamado a la paz de católicos suma a cristianos y mormones

Se unen a la Católica para hacer un llamado contra la violencia el próximo domingo; aunque es un ejercicio interesante, el mensaje no va a llegar a toda la población, asegura experto

EL UNIVERSAL

Líderes de las iglesias cristianasevangélicas y del Movimiento de los Santos de los Últimos Días en México se unieron a la Iglesia católica para hacer un llamado conjunto a la no violencia, a través de una jornada de oración el próximo domingo.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Arturo Farela, presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas, sostuvo que “los sirvientes de Jesucristo debemos fomentar la paz”, por lo que coincidió en que es necesario un llamado de paz a nivel nacional.

“Abrazos y no balazos es un principio cristiano, primero el amor y la fraternidad y jamás repeler la violencia con más violencia. Creo que ahora estamos cosechando lo que Felipe Calderón Peña Nieto sembraron, políticas de guerra y de corrupción, por ello resulta urgente hacer un llamado de paz a nivel nacional”, puntualizó.

Farela Gutiérrez aclaró que, pese a ello, los evangélicos no comparten la idea de pactar con el crimen organizado e incluso defendió la estrategia de seguridad del presidente Andrés Manuel López Obrador. “El Presidente está haciendo esfuerzos decididos para combatir la corrupción desde arriba hacia abajo, y yo creo que es lo correcto”.

Adelantó que el próximo domingo se unirán a la jornada de oración de manera independiente, tal como lo hacen cada fin de semana.

“Es importante que todas las iglesias lo hagan si no lo están haciendo; las miles de iglesias cristianas todos los días lo hacemos, pedimos porque haya paz en el país desde antes del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y el próximo domingo no será la excepción”, indicó.

En representación de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Gustavo Ramos, director de Comunicación, reprobó la violencia en México y sostuvo que las jornadas de oración por la paz deben promover, de manera permanente, el respeto, la dignidad y el amor.

“La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días está al tanto del comportamiento de la violencia en nuestro país. La Iglesia de Jesucristo les recuerda constantemente a sus miembros que se mantengan unidos y fieles en su compromiso con el Salvador Jesucristo y sus enseñanzas. Como seguidores de Jesucristo, buscamos tratarnos unos a otros y todos los hijos de Dios con respeto, dignidad y amor. Instamos a todas las personas a recordar la naturaleza preciosa y frágil de la libertad y la paz. Como lo dijo el presidente de la Iglesia, Russell M. Nelson, en su mensaje titulado Bienaventurados los pacificadores: ‘La paz es una virtud de importancia fundamental que debemos procurar alcanzar’”, indicó.

Sobre el tema, la representante de la comunidad judía en México, Renée Dayán Shabot, explicó que por ahora no fijarán postura sobre la violencia en el país, pero aclaró que “en el judaísmo todos los días, como parte del ritual, se hace un rezo por la paz”.

Elio Masferrer, experto en temas religiosos, consideró que la llamada Jornada de Oración por la Paz es una especie de movilización social, “no necesariamente una marcha, sino en las iglesias, en los grupos laicales, etcétera, discutir la construcción de la paz en México”.

Advirtió que pese a ser un “ejercicio interesante” el mensaje no llegará a toda la población.

“Hay que preguntarnos cuántos van a misa los domingos. Hay una crisis de asistencia en las comunidades religiosas; incluso, en la Iglesia católica cada vez hay menos practicantes, mucho creyente, pero poco practicante, en su mayoría adultos mayores. Nadie ha conseguido emocionar a los jóvenes; entonces, esas jornadas de paz, aunque traten de reconciliar a quienes tienen comportamientos antisociales, tienen que levantar feligresía, porque si no queda en el papel”, concluyó.

Desde el pasado lunes, los integrantes de la Conferencia del Episcopado, de los Religiosos de México y de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, convocaron a una Jornada de Oración por la Paz, que contempla un diálogo entre religiosos y ciudadanos a fin de encontrar estrategias para reducir la violencia en el país.