La familia la primera escuela de la vida, para aprender a ser buenos ciudadanos: Iglesia Católica.
Irineo Pérez Melo.- La Arquidiócesis de Xalapa estableció que “sólo un matrimonio, que es la unión entre un hombre y una mujer, puede llevar a cabo esta noble tarea de transmitir la vida, acogerla y protegerla desde el momento de la concepción hasta su desenlace final”.
En el comunicado dominical emitido por la Oficina de Comunicación Social destaca la importancia del matrimonio y de la familia para la educación fundamental, civil y religiosa, concediendo “Dios creador la misión de la procreación a los esposos, hombre y mujer: crezcan y multiplíquense”.
“Por el hecho de que el matrimonio representa un compromiso estable, la familia entonces se convierte en el lugar natural e idóneo para acoger la vida”, refiere documento signado por el presbítero José Manuel Suazo Reyes.
De esta manera, sólo un matrimonio que es la unión entre un hombre y una mujer, puede llevar a cabo esta noble tarea de transmitir la vida, acogerla y protegerla desde el momento de la concepción hasta su desenlace final”, expuso.
En el mensaje dominical de la Arquidiócesis de Xalapa, se recuerda la boda de Caná, donde Jesús, por intercesión de María, realiza su primer milagro al convertir el agua en vino.
Allí, Jesús inaugura con sus hechos y con sus palabras la plenitud de la salvación y los esposos al momento de descubrir a su alma gemela y decidir hacer con él o ella un proyecto de vida, empiezan a poner las bases de la familia.
De esta manera, la familia, que en la sociedad desempeña un rol muy importante porque es escuela de vida e iglesia doméstica, comienza entonces con el matrimonio. Gracias al sacramento matrimonial, hombre y mujer empiezan a formar una familia que por la bendición de Dios se proyectan en el mundo como una pareja santificada. La gracia recibida en el matrimonio ayuda a los esposos a vivir su vocación de amor, se indica.
Además, se menciona que en el matrimonio cristiano, el hombre y la mujer se esposan para crecer juntos, para caminar en la misma dirección y progresar unidos en la senda de la perfección humana y de la santidad cristiana.
“Para los hijos, la familia, es la primera escuela de la vida; el lugar de su educación fundamental, civil y religiosa”, se reitera.
“En la familia aprendemos a ser buenos ciudadanos y buenos cristianos. Por eso es que la familia cristiana además de ser una escuela de vida, es también la Iglesia doméstica. De esta manera, considerando estos elementos resulta muy significativo que Jesús quisiera hacerse presente en una celebración nupcial y realizar ahí su primer milagro”, se añade.
De acuerdo a la narrativa bíblica, la primera señal milagrosa de Jesús se haya realizado en un ambiente nupcial, da una idea de la abundancia y de la excelencia de aquel vino nuevo, además, eso hace referencia a la unión de amor entre Cristo y la humanidad.
De igual manera, se señala por último, nos enseña que Dios creó al hombre y a la mujer para que formaran una comunión plena de vida y constituyeran una familia.