El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) inicia operaciones hoy sin que las aerolíneas mexicanas puedan abrir rutas hacia Estados Unidos desde ahí, ya que la aviación civil mexicana se mantiene en categoría 2 por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA) de ese país desde mayo pasado.
Esto significa que las aerolíneas mexicanas sólo podrán abrir nuevos vuelos nacionales o internacionales siempre y cuando no sean a Estados Unidos, el principal destino para el país.
Andrés Remis, experto en derecho aeronáutico y aeroportuario de Santamarina+Steta, comentó que si alguna aerolínea mexicana, ya sea de pasajeros o de carga, quiere explorar una nueva ruta hacia Estados Unidos desde el AIFA, o desde cualquier aeropuerto nacional, está imposibilitada porque la categoría 2 marca que están bloqueadas para abrir frecuencias.
En cambio, las aerolíneas estadounidenses sí podrían ampliar sus rutas desde y hacia el Felipe Ángeles.
Hasta el momento no ha habido ningún pronunciamiento por parte de alguna aerolínea estadounidense o extranjera, salvo la venezolana Conviasa, para operar en el nuevo aeropuerto.
“Cuando degradaron a la aviación mexicana a categoría 2, el mercado estadounidense era el más importante, con el que más vuelos de pasajeros había. Las rutas y frecuencias que ya tenían aerolíneas mexicanas continúan vigentes y no hay afectación”, dijo Remis.
Además, las aerolíneas mexicanas no pueden explorar nuevos horarios o modificar las aeronaves con las que vuelan a Estados Unidos, es decir, no pueden enviar aviones más grandes o más pequeños que los registrados previo a la degradación.
Mientras la aviación mexicana no recupere la categoría 1, las aerolíneas nacionales se verán imposibilitadas a ampliar rutas en el próximo verano.
“En un contexto todavía pandémico y de no recuperación de los niveles de 2019, una consecuencia importante es que las rutas de temporada que muchas aerolíneas abrían en el verano hacia destinos turísticos como Cancún, Puerto Vallarta, Huatulco y Los Cabos son las más afectadas, y las que van a tener el campo abierto son las estadounidenses”, apuntó Remis.
Agregó que la aviación mexicana está por cumplir un año en categoría 2 y se estima que la FAA hará una auditoría hasta mediados de junio o principios de julio para revisar si la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) ya cumplió los aspectos señalados al decretar la degradación.
A fines de mayo pasado, tras darse a conocer la degradación, el secretario de Turismo, Miguel Torruco, estimó que se volvería a categoría 1 en temporada de invierno, del 20 de diciembre de 2021 al 9 de enero de 2022.
Juan Antonio José, consultor y analista de aviación, coincidió en que por la categoría 2 las aerolíneas mexicanas están perdiendo participación en Estados Unidos, y mucho tráfico de pasajeros del mercado de migrantes, como el que viaja a Chicago, Los Ángeles o San Francisco.
“El impacto de la categoría 2 es marginal en el aeropuerto de Santa Lucía, pero para que se consolide se requiere que el AICM salga de la ecuación. Mientras no suceda, será un aeropuerto regional”, dijo.
Además, agregó que la aspiración a que los vuelos entre el AIFA y el AICM hagan conexión es “una fantasía”.
La degradación a categoría 2 también evidencia la escasa oferta de asientos y capacidad de oferta de México a Estados Unidos, dijo Rogelio Rodríguez, experto en derecho aeronáutico.
Coincidió en que México será categoría 1 en junio, aunque pocos países han tardado tanto en recuperarla, pues por lo general eso se logra en ocho meses.