El volcán Popocatépetl ha tenido actividad constante en los últimos días y aunque de acuerdo con expertos es posible reconocer una erupción inminente, no se espera, a corto plazo, una fuerte en “Don Goyo”.
“Lo que nos indica que puede haber una erupción inminente son temblores, esa nube tremenda o enjambre de temblores, la contaminación del agua, las fumarolas y el que la vegetación se empiece a secar muy rápidamente”, destaca el investigador en Ciencias del Tec de Monterrey y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Benjamín Ordóñez Díaz
Sin embargo, en el corto plazo, no se prevé una erupción del volcán Popocatépetl, señala Hugo Delgado Granados, investigador del Departamento de Vulcanología del Instituto de Geofísica de la UNAM.
Observando y comparando con otros episodios eruptivos desde 1994 hasta la fecha, vemos que los actuales parámetros no rebasan esas otras señales que han estado presentes durante los otros episodios eruptivos”, destaca el investigador de la UNAM.
Temblores y contaminación en agua, señales de una posible erupción
Los temblores, que se presentan como enjambres sísmicos en las inmediaciones de un volcán, no siempre indican que este expulsará lava, destaca el investigador José Ordóñez Díaz.
“Se llama enjambres sísmicos que empieza con pequeños movimientos y esos movimientos se van replicando a lo largo de toda la corona, de toda la distribución en donde está el volcán. No siempre el enjambre sísmico nos va a decir que la lava va a salir por el cono principal, puede buscar conos donde el suelo puede hacer un poquito menos rocoso y se abran como salidas laterales”.
José Ordóñez Díaz / Investigador en Ciencias. UNAM – Tec de Monterrey.
Otro signo que quizá podría alertar sobre una erupción son los elementos tóxicos en cuerpos de agua, cercanos al volcán.
“Cuando empieza a ver envenenamiento de aguas que tienen borbotones y que podemos medir el azufre concentrado en esa parte, el ácido sulfúrico… Es un indicador de que viene una erupción fuerte”, destaca Ordóñez Díaz.
El investigador del departamento de vulcanología del Instituto de Geofísica de la UNAM, Hugo Delgado Granados, coincide con estas señales, aunque, aclara, históricamente en México, una erupción inminente, no es acelerada.
“La erupción del Paricutín duró nueve años; en ese tiempo, por causa directa de la erupción, solamente murió una persona, solamente una persona, pero sí hubo muchas personas que fueron afectadas porque tuvieron que ser evacuadas y relocalizadas. Todo el pueblo de San Juan Parangaricutiro, tuvo que moverse de ahí, porque las lavas ocuparon su lugar. Las lavas se movían en una razón de unos cuantos metros por hora y en su momento fueron unos cuantos metros por día”.
Hugo Delgado Granados / Investigador, Departamento de Vulcanología, Instituto de Geofísica, UNAM.
Los expertos recomiendan que los habitantes aledaños a un volcán siempre deben mantenerse informados y en contacto con autoridades de protección civil locales.
“En el amarillo, sea uno, dos o tres, eso es lo que tiene que hacer la población, informarse, saber qué es lo que hay en su entorno y saber cuáles son las disposiciones de protección civil”.
Hugo Delgado Granados / Investigador, Departamento de Vulcanología, Instituto de Geofísica, UNAM.