«La situación militar y política de la región ha llegado a una línea roja extrema”, advierte Pyongyang tras las maniobras aéreas de EU y Corea del Sur
Seúl.- Corea del Norte dijo este jueves que reaccionará de la forma «más dura» a cualquier acción militar por parte de Estados Unidos, horas después de que Seúl y Washington realizaran unas maniobras aéreas conjuntas y tras la visita del secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin.
«Tomaremos la reacción más dura a cualquier intento militar de EU sobre el principio de arma nuclear por arma nuclear y una confrontación total para una confrontación total», señaló la cancillería norcoreana en un comunicado publicado hoy por la agencia estatal de noticias KCNA.
En el texto, el Ministerio de Exteriores de Corea del Norte afirmó que «no se están ignorando estos movimientos» y que «la situación militar y política de la península y la región ha llegado a una línea roja extrema debido a las maniobras y los actos hostiles de EU y sus fuerzas vasallas».
La respuesta de Pyongyang se produce después de que Seúl y Washington organizaran ejercicios aéreos combinados el miércoles, en los que participaron un bombardero estratégico B-1B y cazas furtivos F-22 y F-35B de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, según confirmó hoy el ministerio de Defensa surcoreano.
Estos ejercicios, que suponen los primeros conjuntos entre Seúl y Washington en 2023, se produjeron sobre el mar Amarillo (llamado mar del Oeste en las dos Coreas), con el fin de «promover las capacidades operativas combinadas» de ambos países, e involucraron también a aviones de combate tipo F-35A del Sur.
EU envió el pasado noviembre bombarderos estratégicos B-1 a la península coreana por primera vez desde 2017, unos activos que fueron habituales en sus ejercicios aéreos de aquel año, cuando la tensión entre Pyongyang y Washington alcanzó niveles peligrosos.
Ese año marcó un punto de inflexión con el acercamiento entre el régimen norcoreano y la administración del entonces presidente estadounidense Donald Trump y Estados Unidos dejó de desplegar ese tipo de aviones en la región hasta finales del año pasado, cuando la tirantez volvió a intensificarse.
Los ejercicios tuvieron lugar un día después del término de una visita del secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, a Seúl, donde se comprometió a fortalecer el compromiso de disuasión extendida frente a la amenaza norcoreana a través de «comunicaciones cercanas, despliegue de activos estratégicos y cooperación trilateral con Japón».
«Durante su visita a Corea del Sur, el secretario de Defensa surcoreano declaró abiertamente que desplegarán más activos estratégicos, lo que supone un escenario peligroso que resultará en convertir la península en un arsenal y zona de guerra críticas», señaló la cancillería norcoreana.
Pyongyang también añadió que no tiene ningún interés en mantener diálogo con EU, mientras Washington «mantenga una política hostil hacia el Norte».
La reacción del Norte se produce tras un año 2022 en el que Pyongyang realizó un número récord de ensayos de misiles, en torno a medio centenar, y en el que la tensión en la península coreana ha alcanzado nuevos máximos