Otro mexicano enfrenta la pena de muerte en EU: buscan agravar los cargos contra Francisco Oropesa

El sospechoso de asesinar sus vecinos, una familia hondureña, fue detenido tras estar varios días prófugo

HERALDO DE MEXICO

Un mexicano -Francisco Oropesa, de 38 años de edad- fue el causante de una tragedia que cimbró a Estados Unidos, pues la noche del viernes 28 de abril una familia departía tranquilamente cuando escucharon disparos provenientes de la casa del vecino, al pedirle que los realizara más lejos para que no despertara al bebé. el hombre enfureció y masacró a la familia con un rifle AR-15, asesinando a cinco miembros -un niño de cinco años incluido-, se dio a la fuga, pero fue capturado, ahora la pena de muerte se cierne sobre él.

Medios de todo el mundo estaban al pendiente de lo que ocurría con el mexicano acusado de asesinar a sus vecinos, los sobrevivientes daban testimonio de la tragedia, la sociedad se condolía con ellos, al tiempo que salían más datos del agresor, quien tenía antecedentes criminales y había sido deportado en más de una ocasión. El perfil del hombre hizo que la policía advirtiera que era peligroso y ofreciera una recompensa de casi un millón de dólares por él.

La más reciente información ofrecida por medios estadounidenses, indica que la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de San Jacinto podría modificar la acusación contra Oropesa, a cargos de homicidio capital, el más grave de los crímenes tipificados en el código penal de Texas, el cual implica la pena de muerte.

Con esta decisión, en caso de que tras el juicio por venir, un jurado lo declare culpable de los cinco cargos de homicidio capital (si así se elevara el delito), los fiscales podrían solicitar que le sea aplicada una inyección letal al hombre que masacró a sus vecinos, pues de acuerdo con la policía local, todas tenían disparos del cuello para arriba, lo que parecía una ejecución.

Sin embargo, Rob Freyer, fiscal de distrito asistente del condado de San Jacinto para casos penales, dijo a Univision Noticias que no es real lo que los medios están difundiendo, pues la oficina no ha tomado la decisión, apenas la está analizando.

El corredor de la muerte

Estados Unidos está conformado por 52 entidades, en 27 de ellas la pena de muerte sigue vigente. Los presos que reciben esta condena aguardan en una parte de la prisión conocida como “El corredor de la muerte”, la mayoría de ellos saben cuándo será su último día de vida y aguardan junto a otros condenados a que llegue mediante una inyección letal.

La inyección letal es el último método de ejecución incorporado al catálogo de formas de aplicar la pena de muerte. Se aprobó por primera vez en los Estados Unidos, en Oklahoma y Texas, en 1977. El primer ejecutado con este nuevo procedimiento fue Charles Brooks, en Texas (1982). En la actualidad es el método de ejecución más utilizado en los Estados Unidos. Recientemente, se ha empezado a cuestionar que sea un método de ejecución indoloro, en contra de lo que aseguraban sus promotores, informa Amnistía Internacional.

En Texas, uno de los 27 estados de los Estados Unidos en donde la ejecución se realiza por inyección letal, se usan tres sustancias conjuntamente: tiopentato sódico, bromuro de pancuronio y cloruro potásico. La primera es un barbitúrico que hace perder el conocimiento al preso, la segunda es un relajante muscular que paraliza el diafragma, impidiendo así la respiración, y la tercera provoca un paro cardiaco.

Mexicanos en el pabellón de la muerte

Varios connacionales han estado en el “Corredor de la muerte”, muchos recibieron la inyección que terminó con sus vidas, otros libraron la pena mediante apelaciones y la intervención de organismos internacionales. En un importante número de los casos, se descubrió que hubo racismo y que la sentencia fue injusta.

Por ello, en el año 2000 se creó el Programa de Asistencia Jurídica a Casos de Pena Capital en Estados Unidos (MCLAP), como respuesta al importante número de personas mexicanas sentenciadas a la pena capital en Estados Unidos, país que no realizó la notificación consular correspondiente conforme al artículo 36 de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares.

Entre los nombres de mexicanos condenados a muerte que más han resonado se encuentra el de Edgar Tamayo Arias, acusado de asesinar a un policía, su ejecución se realizó en Texas el 22 de enero de 2014 y fue condenada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), argumentando que se violaron sus derechos fundamentales.

Ricardo Aldape Guerra, fue otro de los presos condenados a muerte que más fama tuvo, puesto que libró la condena, convirtiéndose en el primer mexicano en hacerlo, pero al volver a México encontró la muerte en un accidente automovilístico.