Prosa aprisa…Pepe, ¿preocupa a los azules?

Arturo Reyes Isidoro

Me pregunto qué información electoral tienen, qué dicen las encuestas del yunismo azul (el panismo auténtico es otra cosa) que ya comenzaron a destruir la propaganda del candidato Pepe Yunes en diversos puntos del Estado.

“No se vale, Pepe no se mete con nadie”, me escribió ayer un lector que me adjuntó las fotografías que están circulando en las redes sociales sobre la agresión al candidato a la gubernatura de la coalición Por un Veracruz Mejor.

Reflejan la desesperación que ya les empezó a invadir a los autores, que estarían actuando porque a diecisiete días de la elección están abajo en las encuestas, no obstante el derroche indiscriminado de recursos que están haciendo.

Creo que al senador con licencia se le subestimó por el hecho de haber iniciado la contienda en tercer lugar y con un porcentaje de preferencia del electorado que no llegaba a los dos dígitos.

Pero quien esté siguiendo con atención el desempeño de los candidatos y el desarrollo de sus campañas podrá comprobar fácilmente que el electorado se le está entregando sin necesidad de dádivas y sin el gran manto protector de una figura política mayor.

Por el comentario y análisis político que caracteriza a “Prosa aprisa”, a diario los operadores de prensa de candidatos a cargos de elección popular de todos los partidos saturan mi correo electrónico con información de sus actividades.

No me impresionan las gráficas de las multitudes de los actos del candidato del PAN porque sé que están utilizando una vieja estrategia: la de llenar las plazas con las mismas personas a las que pagan para que acepten ir de un municipio a otro en autobuses que les ponen. Se trata de un verdadero tour de acarreados se puede decir que hasta profesionales porque muchos de ellos fueron y vinieron también mediante paga en la campaña del PAN de hace dos años. Los llenos a reventar, pues, son engañosos.

En el caso de Morena, aunque su candidato Cuitláhuac García Jiménez ya se está desplazando más por el Estado, las concentraciones mayores que ha tenido han sido por la presencia del candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador. Su verdadera fortaleza reside en el tabasqueño.

A Pepe Yunes, eso creo, más por él que por su partido, sus colores y sus siglas, el llamado voto duro, esto es, los verdaderamente priistas que se mantienen fieles, está dando muestras de vitalidad, más de lo que uno pudo haber esperado.

Por lo que se ha ido viendo en los videos y en las fotografías, se prueba lo obvio: que el Estado, Veracruz no es sólo Xalapa, el puerto jarocho y Boca del Río, lo que muchas veces los que vivimos en el centro del centro de la entidad olvidamos o pasamos por alto.

Por la información que se conoce, se da por hecho, por ejemplo, que Morena y sus candidatos van a barrer al PAN en Xalapa, porque la capital se ha consolidado como una plaza de ese partido. Influirá mucho el atractivo que representa Ricardo Ahued para el electorado y atrás de él, no obstante lo que digan de ella algunos de sus detractores, Miriam Ferráez Centeno. Uno será senador y la otra diputada local.

Pero fuera de la capital del Estado, donde esta vez mucha de la burocracia estatal y municipal y casi todos los policías estatales y sus familias apuestan por Pepe, el electorado veracruzano ha salido a acompañar en sus caminatas y en sus mítines al peroteño.

No debería extrañar porque el joven y maduro político que presidía la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado hasta antes de solicitar licencia lleva años en contacto con el electorado, con los ciudadanos, recorriendo el Estado, pues como alcalde de Perote, diputado local y federal y senador ha traducido su gestión en apoyos para obras materiales y proyectos productivos de los más diversos sectores de la vida económica de Veracruz.

De quienes compiten, es el que más conocimiento tiene de la entidad, es un verdadero veracruzanólogo, condición indispensable para quien se precie de tener verdaderos méritos para aspirar a la gubernatura.

En mi caso como columnista, no descalifico al candidato de Morena Cuitláhuac García. Que se sepa no tiene una imagen empañada por actos de deshonestidad y para nada descarto que podría ser el nuevo titular del Palacio de Gobierno si AMLO obtiene la millonada de votos que se prevé, pero sigo afirmando que el mejor por idóneo es Pepe Yunes.

No es un improvisado menos un inexperto. Tiene experiencia administrativa, legislativa, política, legal, económica y académica, se distingue por su congruencia y honestidad, y por su personalidad sería el único que uniría y re-uniría a todos los veracruzanos y le devolvería al Estado el ambiente de armonía que se perdió hace muchos años para desgracia del bien colectivo.

Decía líneas anteriores que me sorprende la vitalidad del voto duro, fiel del priismo. Es cierto, me sorprende la fuerza de atracción que tiene Andrés Manuel López Obrador entre la mayoría de los veracruzanos, pero también cómo están congregando a cientos, a miles, el mismo candidato tricolor al Senado en diferentes puntos del Estado y en especial las mujeres candidatas a diputadas como Sheila Flores, Fabiola Balmori y Belén Palmeros en los distritos de Veracruz puerto, pero no son las únicas (ellas junto con Rosa María Hernández Espejo de Morena le van a dar un gran bajón al yunismo en la zona conurbada).

En Xalapa o en Veracruz luego algunos creen que lo único que cuenta es lo que se ve en estos lugares, pero Veracruz es un verdadero mosaico y los veracruzanos de un distrito, de una región o de una zona son tan distintos y tienen tan diversos intereses que se proyectan en su preferencia electoral, y eso es lo que puede estar ahora influyendo en el inesperado crecimiento del candidato Pepe Yunes al grado de que ya preocupó a quienes se quieren aferrar al poder por medio de costales y costales de dinero.

En doce días se terminan las campañas y en dieciséis iremos a las urnas. Creo que no andaba tan errado el dirigente estatal del PRI Américo Zúñiga cuando declaró que van a disputar el cierre final los candidatos de su partido y de Morena. Del otro lado, sí, tienen dinero, mucho dinero, pero como dice la letra de la canción “La que se fue” de mi compadre José Alfredo, “… pero el cariño comprado ni puede querernos ni puede ser fiel”, y ahí está el detalle, como dijera Cantinflas.

Villoro, sobre el quinto partido

Y, ¡ay!, ya estamos en pleno Mundial y el domingo la Selección Mexicana se las verá con un verdadero trabuco: la de Alemania.

Mientras llega el momento, ahí les dejo unas frases que entresaqué ayer de un articulazo: “El temible quinto partido”, que publicó en el diario Reforma el escritor Juan Villoro:

Estamos en una fase de anticipación en la que nadie sabe lo que va a pasar.

No hay expertos para una actividad imponderable.

Los pronósticos son una rama de la superstición.

Cada país tiene sus ilusiones. Los alemanes pueden especular en el derroche que significa dejar al mejor novato de la Premier League, Leroy Sané, lejos del Mundial. ¿Vale la pena prescindir de un Porsche porque ya manejas un Mercedes?

En vías de desarrollo, México encara predicamentos diferentes. Nuestro sueño no consiste en llegar a la meta sino a nuestra meta, el quinto partido.

Todo indica que esta vez los Seleccionados disputarán el quinto partido en sus casas.

Lastrados por escándalos de comercio sexual, derrotas emblemáticas en competencias oficiales y guiados por un entrenador que anunció su salida antes del torneo, no enfrentarán mayor desafío que explicar lo sucedido.

Surge una pregunta existencial: ¿de veras aspiran al quinto partido? Eso los volvería excepcionales y en estos lares, fallar normaliza.

El quinto partido es el equivalente futbolístico de la reconquista de Texas. Tenemos tantos deseos de llegar ahí que lograrlo parece inmerecido.

Anhelamos algo que en el fondo tememos obtener. Si conquistáramos esa meta tendríamos que buscar otra más alta.

Lo extraordinario nos pone nerviosos. En cambio, la derrota permite ejercer dos pasiones nacionales: la compasión («¿qué mala cara has visto?», le decimos al perdedor que vuelve a ser como nosotros) o el linchamiento («qué bonita es la venganza cuando Dios nos la concede»).

Algún día se descifrará este melodrama. Por lo pronto, si no llegamos al quinto partido, al menos llegaremos al episodio 13 de Luis Miguel.

Y le llueve a Maradona

Y Maradona que abre la boca y que lo ponen como camote. Criticó ayer que la FIFA eligiera a México de nuevo como sede de un Mundial, el de 2026, además de a Canadá y Estados Unidos.

“No me gusta, no hay pasión, los canadienses serán buenos esquiadores, todo lo que quieran, los americanos quisieron hacer cuatro tiempos de 25 (minutos) por la publicidad, 100 minutos teníamos que jugar.

«Acá sale ganando México, cuando México no lo merece, porque en realidad México gana dos partidos, llegan los mexicanos o a Brasil o Alemania, como me tocó a mí, y bumba fuera, Aeroméxico».

¡Pero ssssheee, como vos te atreves! Que hiere el sentimiento patrio y lean algunos calificativos que le dedicó la raza: “mesero, drogadicto inmundo, animal, farsante, drogadicto asqueroso, cocainómano de quinta, marranona, envidioso, pobre adicto, empieza a hablar pejetonterías, seguramente lopitos lo invita a su gabinetito, alcohólico, argentino sin cerebro, madadona, pobre hombrecillo…”. ¡Y basta! ¡Y algunos pensaban que nada más la fanaticada de AMLO reaccionaba así cuando le tocaban a su héroe!