Arturo Reyes Isidoro
Como comenté en este espacio, no solo vetaron a Eric Patrocinio Cisneros Burgos para que no retomara la titularidad de la Secretaría de Gobierno, sino que ahora han empezado a desmantelar su estructura administrativa.
Personal de la dependencia fue notificado que por instrucciones del jefe de la Unidad Administrativa, Raúl Galindo Cabañas, dejó de ser jefe del Departamento de Recursos Humanos el contador Marco Antonio Felipe Ramírez. En su lugar quedó como encargado Sebastián Guillermo Balderas Bahena.
Cisneros no aparece luego de que no quedó como candidato ni a la gubernatura ni al Senado. Ahora se sabe que, como lo publiqué ayer, intentó regresar como secretario de Gobierno luego de que el gobernador Cuitláhuac García dijo que tenía las puertas abiertas para que lo hiciera si no prosperaba su aspiración, pero la candidata de Morena Rocío Nahle ordenó medidas para cerrarle el paso.
Ha trascendido que también ordenarán que se levante el veto a varios personajes de Morena a quienes Eric Patrocinio ordenó que no les abrieran la señal de Radiotelevisión de Veracruz (RTV) porque los consideraba sus enemigos políticos, como el caso concreto de Juan Javier Gómez Cazarín, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso local y ahora coordinador de la campaña de la señora Nahle.
Hacen equipo y cierran filas Cazarín, Zenyazen y Zepeta
Quién lo dijera. Cuánto creció como operador político Juan Javier Gómez Cazarín, convertido ahora en el operador de la campaña de Rocío Nahle.
Luego de dos periodos consecutivos al frente de la Jucopo, se muestra como todo un político profesional ajeno al ego y a la concentración del poder y da muestras de ello al abrirles el juego e incorporarlos a otros compañeros suyos de gobierno y de partido.
De ahí que haya hecho equipo con el exsecretario de Educación, Zenyazen Escobar García, y con el dirigente estatal de Morena, Esteban Ramírez Zepeta.
Zenyazen coordina el grupo de Maestros Con Morena, cuya presencia se hace sentir en todos los eventos, y Zepeta preside la estructura formal de Morena en el estado. Junto con Juan Javier forman un trío que está muy fortalecido por su trabajo y cercanía con la candidata, a la que le han demostrado lealtad.
Muestra habilidad para lograr acuerdos
Por lo que se sabe y quedó demostrado con la reciente visita de Claudia Sheinbaum, el político de Hueyapan mostró habilidad en la construcción de acuerdos e hizo a un lado cualquier diferencia con los actores políticos de su partido para sentarse a dialogar y negociar acuerdos.
Un caso ilustrativo fue el suyo con la alcaldesa de San Andrés Tuxtla, María Elena Solana Calzada, con quien tenía serias diferencias y llegaron hasta los tribunales. Logró que ella aceptara una tregua en sus diferendos, y de ser su adversaria jurada terminaron marchando físicamente juntos en un acto en esa ciudad para apoyar a Claudia Sheinbaum y Rocío Nahle. Movieron una masa de aproximadamente 14 mil personas, según se reportó.
Pero también esa fue la base para el éxito de la reunión con alcaldes y diputados federales y locales que encabezó Rocío Nahle en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, días previos a la visita de Sheinbaum.
Sin querer queriendo, neutralizó muy bien el control que había logrado Eric Cisneros sobre un considerable número de alcaldes, en algunos casos con amenazas, y los sumó a la exsecretaria de Energía.
Así, jaló a los desbalagados alcaldes Julio César García Machucho, de Ángel R. Cabada; Gustavo Alfonso Torres, de Isla; Gustavo Sentíes Hernández, de Cosamaloapan; Bertha Isabel Muñoz Torres, de Chacaltianguis, entre muchos otros, que quedaron huérfanos tras el fallido intento de Cisneros de ser el candidato a gobernador.
Esa medida tuvo otro efecto significativo: liberó a los presidentes municipales de la soga al cuello que les había colocado el exsecretario de Gobierno para obligarlos a que se le sumaran.
Y mantiene buena relación con alcaldes de oposición
Con otra más, hasta donde se sabe: mantiene buenas relaciones políticas y hasta amistosas con alcaldes de la oposición, como por ejemplo con Juan Manuel de Unánue, de Boca del Río, y con Juan Manuel Diez, de Orizaba, uno del PAN y el otro del PRI, respectivamente.
Esa relación puede ser muy productiva para ambas partes, pues necesariamente los alcaldes gobernarán sus municipios todavía un año más ya en el gobierno de Morena si la señora Nahle llega a ganar la elección, y Gómez Cazarín puede ser el puente de negociación del que han carecido con el actual gobierno, papel que debió haber jugado Eric Cisneros, quien en cambio se dedicó a perseguirlos.
Habrá que ver su desempeño en el futuro, pero por lo pronto el titular de la Jucopo no solo supo guardar las formas en su papel como coordinador, sino que con su equipo de operación ha logrado sacarle la vuelta a los números negativos del gobernador Cuitláhuac García entre los veracruzanos.
Por lo demás, en la semana que termina quedó de manifiesto la amistad personal de Sheinbaum y Rocío Nahle y el estratégico papel que juega y jugará Veracruz en el resultado de la elección de 2024, de ahí la importancia del surgimiento de figuras que hagan vislumbrar una mejor relación entre el gobierno y los diversos sectores políticos y sociales del estado, claro, en el supuesto de que Morena retenga el poder.
La comparecencia de Lima Franco
Otro tema interesante de la semana fue la comparecencia del secretario de Finanzas, José Luis Lima Franco, ante la diputación local para glosar el quinto informe de gobierno de Cuitláhuac García.
Seguí con atención la lectura que hizo del mensaje que llevaba preparado y escuché también con atención las cifras, los números que manejó, las explicaciones que dio.
Para la semana que viene dejo el respectivo comentario. Es un tema serio que creo que merece ser desmenuzado con cuidado.
He dicho en ocasiones anteriores, y sigo creyéndolo, que Lima ha sido puntal en el gobierno cuitlahuista y que supo encontrarle la cuadratura al círculo para enfrentar los retos que plantea un estado tan grande y tan complejo como Veracruz habiendo heredado una deuda de grandes proporciones.
No ha dejado de llamarme la atención que a diferencia del final del gobierno de Javier Duarte, cuando el principal reclamo era el pago de diversos compromisos, cuyo incumplimiento generó protestas y caos sobre todo en Xalapa, ahora el reclamo es por parte de los familiares de los desaparecidos pero no por motivos económicos.
Que hay deuda, sí, enorme, que se heredará, como se le heredó a la administración que entra en su último año de gestión, pero también, es mi punto de vista, financieramente se ha sabido administrar la escasez.
A mi paso por el gobierno dejé muchos amigos, conocidos, compañeros, quienes vivieron mucha incertidumbre los finales de los últimos años de la administración duartista, porque no había dinero para, por ejemplo, el pago de sus aguinaldos.
Con todo y sus asegunes, el actual gobierno ha cumplido en forma puntual. Y eso tiene su mérito. Pero, repito, he de volver al contenido de lo que comentó Lima Franco ante los diputados.
¿Hay necesidad de más acarreos?
Comenté ayer que para el domingo se tiene programado otro acarreo en apoyo a Rocío Nahle, en Banderilla. Se habla de 15 mil personas, todas burócratas y sus familiares.
¿Se hará con el consentimiento de la señora y de Manuel Huerta? En lugar de generarles simpatías y apoyos provoca el rechazo de los trabajadores del gobierno del estado a los que se obliga a asistir. Muchos los odian, verdaderamente, y ese odio se va a ver reflejado en las urnas.
¿Es que, si llega a ganar, el gobierno de Rocío Nahle será de más de lo mismo por cuanto a acarreos obligados hace, sangrando a los trabajadores, quienes además tienen que pagar sus propios gastos para acudir a los actos, con lo que les lesionan el bolsillo y les quitan pan a sus mesas, a sus hijos, a sus familiares?
Ya chole. Dejen en paz a los trabajadores, dejen de causarles más daño a sus economías.