El ahora candidato a reemplazar al papa argentino le presentó su renuncia para dejar su puesto como prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
EL IMPARCIAL
EL VATICANO.- — Tras la muerte del papa Francisco, se ha desatado una oleada de conjeturas sobre quién tomará el timón del Vaticano.
En medio del ambiente de incertidumbre y expectativa, un nombre destaca no solo por su trayectoria, sino por el fuerte contraste que marcó frente al pontificado del argentino: Robert Sarah.
Este cardenal originario de Guinea ha sido una figura clave dentro de la Iglesia, conocida tanto por su firmeza doctrinal como por su oposición a las reformas impulsadas por Francisco, informó AP News.
A sus 79 años, se encuentra al filo del límite de edad para participar en el cónclave que elegirá al nuevo Papa. En junio cumplirá 80 años, lo que lo dejaría fuera de la contienda según las reglas eclesiásticas.
Robert Sarah, el que podría ser el primer papa negro
El interés por su figura creció aún más cuando algunos modelos de inteligencia artificial comenzaron a situarlo como el candidato con mayores probabilidades de convertirse en el próximo líder de la Iglesia católica. Si así fuera, Sarah haría historia al convertirse en el primer Pontífice negro.
Nacido el 15 de junio de 1945 en Ourous, una pequeña aldea guineana, Sarah fue ordenado sacerdote en 1969 y en 1979 fue nombrado arzobispo por el papa Juan Pablo II.
Su carrera eclesiástica avanzó bajo condiciones políticas complejas: durante el autoritarismo que dominaba Guinea, Sarah fue uno de los principales referentes de la resistencia católica, defendiendo con fuerza posturas tradicionales y conservadoras.
Con el paso de los años, asumió diversos cargos dentro de la curia romana. Fue secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y más tarde presidió el Pontificio Consejo Cor Unum, dedicado a las obras de caridad de la Iglesia.
En 2010, fue elevado al rango de cardenal, y en 2014, el propio Francisco lo designó prefecto del Culto Divino.
Sin embargo, su relación con el papa argentino se tensó rápidamente. Mientras Francisco abría la puerta a reformas dentro de la Iglesia —como debatir el celibato obligatorio, permitir que personas divorciadas vueltas a casar recibieran los sacramentos o incluso considerar la bendición de uniones homosexuales—, Sarah emergía como una voz disidente.
Fue uno de los más firmes críticos del rumbo reformista, defendiendo el apego a la doctrina y las tradiciones.
En enero de 2020, protagonizó un episodio que tensó aún más las relaciones en el Vaticano. Junto con el papa emérito Benedicto XVI, Sarah anunció la publicación de un libro titulado De profondeurs de nos coeurs (Desde lo profundo de nuestro corazón), que defendía el celibato sacerdotal.
La publicación coincidía con un momento crucial: Francisco debía pronunciarse sobre la posibilidad de ordenar hombres casados tras el Sínodo sobre la Amazonía, celebrado en octubre de 2019.
El libro, publicado por la editorial Fayard, llevaba en portada los nombres y fotos de ambos autores.
La polémica no se hizo esperar, ya que muchos lo vieron como una intervención indebida de Benedicto XVI, quien tras su renuncia en 2013 había prometido guardar silencio. La controversia llevó al papa emérito a solicitar que se retiraran su nombre y su imagen del volumen.
Robert Sarah le renunció al papa Francisco
En 2021, el papa Francisco aceptó la renuncia de Sarah como prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Pero su oposición no terminó ahí.
Uno de los episodios más recientes ocurrió en 2023, cuando el Vaticano publicó Fiducia supplicans, una declaración que permitía bendiciones pastorales para parejas del mismo sexo.
Sarah reaccionó con una carta pública en la que acusaba a la iniciativa de ir contra los fundamentos de la fe católica. Para él, esa medida representa “una ofensa directa a la voluntad de Dios y a la verdad del Evangelio”.
En su obra Dios o Nada, Sarah deja clara su visión de la Iglesia: una institución que debe resistir los cambios del mundo contemporáneo y volver a una liturgia “más reverente, silenciosa y tradicional”.
La profecía de Nostradamus que ligan a Robert Sarah
El nombre del cardenal guineano ha sido incluso relacionado con una antigua profecía atribuida a Nostradamus.
Según esta, tras la muerte de un Papa anciano, sería elegido un pontífice “de piel oscura” que, junto al respaldo de un “gran rey”, cedería el poder a otro “de color rojo”, desencadenando así un cataclismo espiritual y el Juicio Final.
El mensaje profético detalla:
Primero, vendrá un Papa extranjero”, identificado por algunos como Benedicto XVI; “luego, un Papa viejo”, papel que se adjudica a Francisco, quien llegó al cargo con 76 años; y, finalmente, “un Papa negro. Y con él, el fin del mundo”.