Quien no escucha la palabra de Dios, termina autodestruyéndose: Iglesia Católica

• Se bombardean a creyentes con palabras, que lejos de darle vida o conducirlo a la verdad y a la unidad, le roban la esperanza, los dividen y los llenan de resentimientos.

Irineo Pérez Melo.- La Iglesia Católica invitó a los feligreses, a que en este mes de La Biblia, a escuchar la palabra de Dios, de lo contrario, quien ni lo hace y se obstina en sus pensamientos, es el necio que construye sobre arena, cierra las puertas y los oídos al proyecto de Dios, se enreda en sus propios razonamientos y termina autodestruyéndose.
Esto se informa en el comunicado dominical emitido por la Oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa, quien destaca que hoy en día, los cristianos están “siendo bombardeados todos los días por otras palabras, que lejos de darle vida o conducirlo a la verdad y a la unidad, más bien le están robando sus esperanzas, lo dividen y lo llenan de resentimientos”.
En el documento, signado por el presbítero José Manuel Suazo Reyes, se indica que en este mes de La Biblia, en la Arquidiócesis de Xalapa, se han estado llevando a cabo diversas iniciativas de estudios y oración de tipo bíblico en las comunidades parroquiales y entre los distintos grupos de esta asociación religiosa.
Estas iniciativas, se refiere, nos ayudan a conocer, profundizar y amar más la Palabra de Dios. De esa manera, el encuentro con la Palabra nos lleva el encuentro con Jesucristo la Palabra de Dios hecha carne.
Escuchar la Palabra de Dios es el camino que conduce a la salvación. La escucha es una actitud interior que abre los oídos y lleva el mensaje al corazón, toca el interior y mueve a la conversión. Esa fue la actitud de los patriarcas, de algunos reyes, de los profetas y de los sabios de Israel, así como el de los discípulos de Cristo, se resalta.
Se menciona que la Iglesia escucha continuamente la Palabra de Dios sea cuando celebra los sacramentos, especialmente en la Santa Eucaristía, como también cuando ora, medita y profundiza esa Palabra que Dios nos ha entregado por medio de su hijo Jesús.
De la escucha de la Palabra de Dios, viene la fe, llega la salvación y gracias a esa escucha la Iglesia se convierte en sacramento de Cristo en el mundo. La Iglesia para cumplir su misión evangelizadora debe escuchar y estar al servicio de la Palabra de Dios, se añade.
Se sostiene que en la Palabra de Dios encontramos todo lo que necesitamos para la salvación, sólo es preciso escucharla y ponerla en práctica. La palabra de Dios produce todo esto porque es una palabra creadora que renueva al mundo constantemente.
“Esta misma palabra es la que, en la actualidad, sigue avivando el mundo, y sigue creando en cada uno realidades nuevas y desafiantes; abre nuevos horizontes, nuevas maneras vivas y fecundas, frescas y honestas en las que el reinado de Dios se sigue haciendo presente en favor de los que sufren”, se infiere.
Finalmente, se señala que la escucha de la Palabra de Dios alimente nuestro interior, nos renueve en la esperanza y nos ilumine para que vivamos siempre como hermanos y trabajemos por la paz.