¡Háganse Misioneros del mundo! reitera en su mensaje en el X Encuentro Mundial de las Familias.
Irineo Pérez Melo.- El Papa Francisco llamó a las familias a ser “semillas de un mundo fraterno, ¡sean familias de gran corazón! Y ser el rostro acogedor de la Iglesia, al tiempo de invitarlos a orar, “siempre oren”, les pidió.
En el marco del X Encuentro Mundial de las Familias, realizado durante los días del 22 al 26 de junio de 2022, con el tema El amor familiar: vocación y camino de santidad, mismo que fue organizado por la Diócesis de Roma y el Dicasterio para Laicos, la Familia y la Vida, a la que asistieron 2 mil delegados de todo el mundo.
En el mensaje del Sumo Pontífice, que difundió la Arquidiócesis de Xalapa en el comunicado dominical emitido por la Oficina de Comunicación Social, invitó a continuar su camino a la escucha del Padre que los llama: ¡háganse misioneros en los caminos del mundo! ¡No camines solo!
“Ustedes, familias jóvenes, déjense guiar por los que conocen el camino, ustedes que van más allá, sean compañeros de camino para los demás. Ustedes que están perdidos por las dificultades, no se dejen vencer por la tristeza, confíen en el Amor que Dios ha puesto en ustedes, supliquen diariamente al Espíritu para que lo reviva”, señala.
“¡Anuncia con alegría la belleza de ser familia! Anuncia a los niños y jóvenes la gracia del matrimonio cristiano. Da esperanza a los que no la tienen. Actúa como si todo dependiera de ti, sabiendo que todo debe ser confiado a Dios”.
“Sean ustedes quienes “cosan” el tejido de la sociedad y de una Iglesia sinodal, creando relaciones, multiplicando el amor y la vida. Ser signo de Cristo vivo, no tengas miedo de lo que el Señor te pida, ni de ser generoso como Él. Ábranse a Cristo, escúchenlo en el silencio de la oración. Acompaña a los más frágiles, hazte cargo de los que están solos, refugiados, abandonados”.
“¡Sé semilla de un mundo más fraterno! ¡Sean familias de gran corazón! ¡Sé el rostro acogedor de la Iglesia! ¡Y por favor oren, siempre oren!”
“Que María, Madre nuestra, venga en su auxilio cuando ya no haya vino, sea una compañera en el tiempo del silencio y de la prueba, que los ayude a caminar junto a su Hijo Resucitado”, señala por último el mensaje del Papa Francisco.