Jorge Arturo Rodríguez
En su twitter, Lydia Cacho escribió: “Nada es blanco y negro, pero en #México cómo ayudamos a que lo parezca.”, y subió una imagen donde se lee: “EN ORIENTE MEDIO LOS LADRONES SON AMPUTADOS, EN EUROPA SON IMPUTADOS, Y EN LATINOAMÉRICA SON DIPUTADOS.” Sea cierto o no (¿alguien lo duda?), el caso es que la mayoría de los mexicanos así lo vemos, por más que nos digan lo contrario. Desde luego que hay excepciones cada día más escasas.
El pasado día 6 de febrero se celebró el Día Internacional de Internet Segura, con el lema “Crea, conecta y comparte respeto: un mejor internet empieza contigo”, con el objeto de promover un uso seguro y positivo de las tecnologías digitales, especialmente entre niños y jóvenes.
Harto sabemos (¿será?) sobre el uso de internet, aunque conviene mejor no dejarnos engañar, por aquello de “por si las moscas” y éstas andan por todo lados, hasta en la sopa.
Ya mucho se ha investigado sobre los beneficios y perjuicios –¿también prejuicios?- de internet, incluso de las llamadas “redes sociales” que a veces no tienen nada de red y menos de sociales, puesto que nos dejan sumergidos en el aislamiento y la individual antes que en el diálogo “de viva voz”, creativo, fructífero, arropado de calor humano, de “mírame que te estoy hablando” o del beso y los labios húmedos y lengüita pa’ allá y lengüita pa’ acá… “Realidad virtual” que nos acerca y, al mismo tiempo, nos aleja. Pero qué necesidad, si lo más extraordinario está en nosotros mismos… ¡y también lo más atroz!
Tiene lo suyo, sin duda, comunicarnos desde lejos pa’ tenernos cerca, pero pareciera que lo efímero nos atrapa; nos volvemos más indiferentes ante la persona real que tenemos enfrente, sobre todo de aquellas desconocidas que estamos viendo sufrir y no hacemos nada, situación cada día más frecuente en todas partes del mundo. En su lugar nuestra desesperación –mayor atracción- es que no se termine tal accidente, tal hecho doliente, tal percance y angustia y dolor, antes de que podamos tomar unas fotos o un video, incluso una “selfie” –¡autorretrato, carajos!- y subirla a las redes.
Solemos echar a perderlo todo, y luego salimos con el cuento de culpar al otro, al de al lado, a la tecnología, a los inventos, a la ciencia. No, “no es el amor quien muere, somos nosotros mismos.”
Internet no tiene la culpa, hay que saber utilizarlo. Se trata de contar con “una Internet más segura, una Internet mejor, convertirla en un espacio en el que todos hagamos uso de la tecnología de manera responsable, respetuosa, crítica y creativa.” (www.is4k.es). Ojalá. De lo contrario, nos estamos poniendo la internet al cuello.
Como lo comentó Yuriria Sierra, en su artículo “Decidir también por Facebook”: “Aunque de lo que también se trata es que estemos en posibilidad de crear otras redes: las de colaboración entre plataformas del internet, los ciudadanos que las utilizan y las instituciones que forman al Estado. Esto es un paso obligado para el buen funcionamiento de nuestro aparato democrático. Sin la certeza de que lo que se decida con nuestro voto el próximo 1 de julio es una responsabilidad de todos, y difícilmente podremos aspirar a ser un país con salud democrática si no estamos comprometidos a promover que la gente acuda a las casillas y que su voto sea contabilizado.
“Seis de cada diez mexicanos consideran que el internet los acerca a los procesos democráticos. Es momento de sacarle provecho y, por qué no, de hacer que esa participación en redes sociales se refleje en una mejor y más cuantiosa participación en las urnas.” Así sea.
Los días y los temas
A unos días de que terminen las precampañas, ahora hay que esperar lo más duro y tupido, las campañas, o lo que es lo mismo, más lodo contra lodo, y aguántense, porque por ahí se asoman los “debates” donde seguramente habrá más charlatanería. ¿Usted cree lo contrario? En todo caso, más pan con lo mismo, más pri con lo mismo, más prd con lo mismo, más morena con lo mismo… y así hasta que queramos.
Bien lo dijo en su twitter Diego Luna: “Se acerca ese ineludible momento en la vida de todo mexicano, donde lo único que queda, es escoger la opción menos peor.”
De cinismo y anexas
Lo mejor, por lo pronto, es ir preparando nuestros bolsillos para festejar el Día del Amor y la Amistad. Canta Joan Manuel Serrat:
“Ay, mi amor,
sin tí no entiendo el despertar.
Ay, mi amor,
sin tí mi cama es ancha.
Ay, mi amor
que me desvela la verdad…
Entre tú y yo, la soledad
y un manojillo de escarcha”.
Ahí se ven.