• No hay una norma que sancione este tipo de conductas: Héctor Cabañas.

Irineo Pérez Melo.- Por la falta de vigilancia e iluminación, monumentos o estatuas históricas y culturales existentes en esta capital han sido vandalizados, mutilados y robados para venderlos como fierro viejo, sin que las autoridades correspondientes puedan hacer algo por impedir esta situación, pues la legislación vigente no contempla ninguna sanción al respecto.
Esto lo aseguró el escultor Héctor Cabañas Álvarez, quien dijo que durante la administración municipal de la alcaldesa Elizabeth Morales García se realizó un censo para constar del número de estatuas y bustos existentes en la ciudad de Xalapa y se detectó que más de 35 piezas fueron robadas y otro tanto igual, mutiladas y vandalizadas.
Señaló que en la ciudad de Xalapa existe un promedio de 500 estatuas e indicó que las que han sido robadas, algunas de ellas, incluso, ubicadas en pleno centro de la capital, como la de Manuel Maples Arce, que se encontraba en la confluencia de Alfaro y Jesús García, posiblemente fueron fundidas para vender el metal, por lo que ahora se utiliza otro tipo de material para evitar el saqueo por personas inconscientes.
Mencionó que se ha detectado que al levantarse un busto e inaugurarlo, un dura ni quince días y se lo roban, afectando la imagen citadina.
Recordó que en el censo realizado en la gestión de Elizabeth Morales García, que duró más un año, en donde se dio a conocer el número de estatuas o monumentos que habían sido robados, pero no le dio seguimiento las administraciones municipales siguientes, “en la actual ojalá y haya eco, porque en ese tiempo eran 35 piezas desaparecidas y un igual número de mutilados”.
De entre los mutilados, destacó la de Los Pescadores, ubicado en el Fraccionamiento Nuevo Xalapa entre las calles Rafael Guízar y Valencia y Manantiales, de Agustín Lara, en el parque Farolito; y de Carolino Anaya en la calle de Miami y Avenida Miguel que se encuentra en la calle de Azueta y Colegio Militar, así como el de Salvador Díaz Mirón, en la calle que lleva su nombre por el Parque Los Berros por citar algunos.
Expresó que se propuso elaborarlos de granito para evitar que se los roben, pero dudó que sean respetados por los amantes de lo ajeno, por lo que apeló por último a que haya una mayor vigilancia con la instalación de videocámaras cercanas a ellos y con una mejor iluminación.