La información se obtuvo tras una búsqueda en más de cuatro millones de correos electrónicos de la Sedena que fueron otorgados a EL UNIVERSAL por el grupo de hacktivistas autodenominados Guacamaya, que lograron penetrar al sistema de información de la Sedena y filtrar masivamente los correos electrónicos de la institución, así como de otras Fuerzas Armadas latinoamericanas como las de Chile, El Salvador, Perú y Colombia.
El proyecto de las nuevas empresas de la Sedena se detalla en correos electrónicos enviados desde la cuenta institucional del grupo a integrantes del mismo corporativo, así como a funcionarios de la Secretaría de Hacienda, Banjercito y la Agencia Federal de Aviación Civil.
De acuerdo con la información revisada, la nueva aerolínea pública podría tener un costo operativo y administrativo anual de entre mil y mil 800 millones de pesos. El costo dependerá del modelo de aeronaves que se elija, las cuales podrían ser del tipo Airbus A320, Boeing 737 o ATR-72.
La Sedena analizó la posibilidad de explotar comercialmente el avión presidencial a través de la aerolínea pública, pero esta opción es considerada con “alto riesgo de obtener resultados deficitarios”. Para lograr ganancias se tendría que rentar el avión en 500 mil pesos la hora de vuelo.
En su análisis, la Sedena descartó el uso comercial del avión presidencial y propone un uso militar que consistiría en vuelos de ayuda humanitaria, viajes de estudios nacionales y al extranjero, traslados de misiones consulares y diplomáticas, así como transporte de delegaciones deportivas, entre otros.
“Que el avión forme parte de la flota de la Fuerza Aérea Mexicana donde se le dé un empleo militar, para ser destinado en actividades sustantivas de la Sedena y del gobierno federal”, se lee en el documento.
De acuerdo con la información, el grupo Olmeca-Maya-Mexica se enfrenta a un problema legal: no puede tener la concesión de un aeropuerto y de una aerolínea al mismo tiempo. Esto lo piensan resolver a través de una reforma al reglamento de la ley de aeropuertos, sin pasar por el Poder Legislativo.
La nueva empresa turística que se suma al grupo se llamará Servicios Turísticos Itzamná, S.A. de C.V.” y operará los desarrollos hoteleros Nuevo Uxmal, Plan de San Luis y cuatro Eco-Hoteles que estarán distribuidos en las estaciones del Tren Maya.
La operadora tendrá a su cargo los parques nacionales La Plancha y del Jaguar, y los museos del Mamut y Subacuático de Tulum. Se detalla que la dirección general de la empresa y cada área que la integren deberán tener a un militar en puestos directivos. El resto del personal serán militares retirados o civiles.
“Para administrar la empresa se propone que cada una de sus unidades esté a cargo de un administrador militar, quien será el responsable del control, operación y contabilidad”, señala.