Del material biológico no humano a las naves extraterrestres: las declaraciones clave del “denunciante de ovnis”

Un exfuncionario de inteligencia de la Fuerza Aérea testificó el miércoles ante el Congreso; esto fue lo que dijo…

EL UNIVERSAL

Estados Unidos está ocultando un programa de larga data que recupera y realiza ingeniería inversa de objetos voladores no identificados, testificó el miércoles ante el Congreso un exfuncionario de inteligencia de la Fuerza Aérea, conocido como el “denunciante de ovnis”.

David Grusch dijo ante una subcomisión de Supervisión de la Cámara de Representantes que el jefe de un grupo de trabajo del gobierno sobre fenómenos aéreos no identificados (FANI o UAP, por sus siglas en inglés), como se llama ahora a lo que se conocían como Objetos Voladores No Identificados (OVNIS), le pidió en 2019 identificar todos los programas altamente clasificados relacionados con la misión del grupo de trabajo. En ese momento, Grusch fue asignado a la Oficina Nacional de Reconocimiento, la agencia que opera los satélites espía del país.

“Me informaron en el curso de mis deberes oficiales de un programa de ingeniería inversa y recuperación de FANIs fallidas de varias décadas al que se me negó el acceso”, dijo. Esto es, un programa para estudiar la tecnología extraterrestre e intentar reproducirla con ingeniería inversa.

Cuando se le preguntó si el gobierno tenía información sobre vida extraterrestre, Grusch respondió que Estados Unidos probablemente está al tanto de la actividad “no humana” desde la década de 1930.

Nancy Mace, republicana de Carolina del Sur, pidió a Grusch que explicara lo que sabía sobre cuerpos no terrestres.

Le preguntó si se habían recuperado “productos biológicos” de alguna de las naves recuperadas por el gobierno.

Grusch, ex miembro de la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial, respondió que “algunos de los cuerpos recuperados contenían elementos biológicos”.

“¿Eran humanos o no?”, insistió Mace.

“No humanos, y esa fue la valoración de las personas con conocimiento directo del programa con las que hablé”, respondió Grusch, quien reconoció que nunca había visto personalmente un cuerpo extraterrestre porque se le negó el acceso a esa información a pesar de tener una de las credenciales más altas en seguridad, la referente a TS/SCI, que significa Alto Secreto/Información de Inteligencia Compartida.

El exoficial de inteligencia, que en numerosas ocasiones se negó a ofrecer detalles concretos ante las preguntas de los congresistas por ser información reservada, también afirmó que algunas de las personas que trabajan con esa tecnología extraterrestre han resultado heridas en accidentes al intentar manipular los equipos capturados.

Ya en abril de este año, Grusch había dicho ante el inspector general de inteligencia y la Comisión de Inteligencia del Congreso de Estados Unidos que existen “naves intactas” y “parcialmente intactas”, e incluso pilotos de origen no humano muertos en poder de las autoridades estadounidenses.

Igual que Grusch, Ryan Graves, director ejecutivo de Americans for Safe Aerospace, denunció el secretismo alrededor del tema de los FANI y el riesgo que corren quienes revelan información.

“Necesitamos un sistema en el que los pilotos puedan informar sin perder su trabajo”, declaró hoy ante legisladores.

Grusch dice que decidió volverse informante del gobierno después de su descubrimiento y ha enfrentado represalias por hablar. Se negó a ser más específico sobre las tácticas de represalia, citando una investigación en curso.

“Fue muy brutal y muy desafortunado, algunas de las tácticas que usaron me lastimaron tanto profesional como personalmente”, dijo.

Graves, un antiguo piloto de un avión de combate F-18 de la Marina estadounidense, señaló en su declaración inicial que “si los ovnis son drones extranjeros, son un urgente problema para la seguridad nacional”. Añadió que si los ovnis no son de origen humano, “es un tema para la ciencia. En cualquier caso, los objetos no identificados son una preocupación para la seguridad aérea”.

Otro de los testigos, el comandante David Gravor, también un piloto retirado de la Marina, testificó cómo presenció en 2004 un ovni con la forma de un “tic tac”, un popular caramelo norteamericano que aparenta una píldora, con capacidades de vuelo imposibles para la tecnología de los Estados Unidos.

Michael Shellenberger, autor de Apocalipsis Never y fundador del medio Public, dijo que con base en diversas fuentes, el gobierno de Estados Unidos tiene en su poder 12 o más naves de origen no humano, pero que las evidencias están siendo ocultadas al Congreso.