Para los que no le conocen, la gran cercanía que tiene el alcalde de Córdoba, Dr. Juan Martínez, con la ciudadanía, pareciera que siempre anda en campaña.
Dicen que hay una gran diferencia en ser populista a ser popular.
El populismo obedece prácticamente a una actuación (casi siempre en política) con la finalidad de ganar simpatías, mientras el popular significa ser aceptado, que te adaptas a cualquier circunstancia y que de manera espontánea te identificas y participas en cualquier actividad, con la venia de la gente.
Y eso es precisamente el Dr. Juan Martínez, un hombre popular. Es aquel que participa en el desfile decembrino, que se conmueve de aquellos que sufren ante las inclemencias del tiempo y acude al lugar de los hechos, sin importar que sea sábado o domingo.
También es aquel que no le apena tomar el cepillo y jabón para ponerse a lavar las calles aledañas al mercado; ponerse a menear el tesmole de flor de Izote o echarse una bailada de danzón durante la festividad gastronómica efectuada este fin de semana.
El Dr. Juan Martínez, es también un hombre sensato. Quiso ser nuevamente diputado federal y aunque nadie creyó el resultado de la encuesta, fue mesurado con el mismo y no se fue de bruces, supo comulgar con aquello que la política también es de circunstancia.
Así que nadie se sorprenda cuando vean al alcalde de Córdoba muy cercano a su pueblo; es un tipo sencillo, como dice aquella expresión ciudadana “Popular entre la tropa” ….