Está condicionada por muchas formas de colonización ideológica, que minan núcleos de la vida social y distrayéndolos con banalidades.
• Preferibles mexicanos heridos y lastimados por defender esa libertad a enfermos y lastimados que se aferran a sus propios intereses.
Irineo Pérez Melo.- La Iglesia Católica denunció que hay muchas señales que evidencias la intención perversa de querer amordazar la libertad, la cual se ve condicionada por muchas formas de colonización ideológica que, como en un efecto en cascada, van minando muchos núcleos de la vida social y comienzan a gestar formas claras de colonización.
Lo anterior se desprende del comunicado dominical emitido por la Oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa, en donde se menciona que pareciera que se quiere normalizar la apuesta a favor de la muerte, el desprecio de la vida, las pésimas condiciones de educación, una lacerante inflación económica y tantos otros síntomas que evidencian intenciones obscuras y un sistema que ahoga cada vez más a la gente, mientras la distrae con banalidades que sólo explotan el morbo y la maledicencia.
En el documento, signado por el presbítero José Manuel Suazo Reyes, al referirse a que el próximo 16 de septiembre, celebraremos 212 años de que comenzó la lucha a favor de la libertad y la soberanía de nuestro país, recalca que nuestra patria se ha ido configurando con grandes y claros esfuerzos que nos han permitido tener una nación rica en valores e instituciones de todos tipos que todavía podemos presumir y que debemos cuidar.
“Muchos mexicanos que nos han precedido nos han enseñado la importancia de tomar nuestras responsabilidades en las propias manos y hacernos cargo del presente y el futuro de nuestro país. El desarrollo de nuestra nación no se puede empeñar en manos deshonestas”, se agrega en el comunicado.
Menciona que somos un pueblo peregrino, un pueblo que va caminando hacia la verdadera libertad, la credibilidad de nuestro caminar hacia el lugar de la verdadera liberación, es el compromiso decidido con el que cada día enfrentamos las dinámicas de esclavitud y vasallaje. Nuestro trato, nuestras relaciones, incluso los propios silencios exponen el encargo que hemos abrazado en favor de la libertad para todos.
“Son preferibles los mexicanos accidentados, heridos y lastimados por salir a la calle y dar la cara para defender la libertad y la soberanía a los ciudadanos enfermos que se aferran a las propias seguridades e intereses renunciando a la verdad y al bien común, entregando su propia libertad y hasta su propia dignidad”, se subraya, por último.