Niño sufre amputación parcial de mano tras meterla en engranaje en Neza

Es el segundo accidente en la semana en Nezahualcóyotl en el que un menor sufre la amputación de algún miembro; el miércoles una niña de tres años perdió tres dedos

EL UNIVERSAL

Nezahualcóyotl, Méx.- Un niño de 13 años de edad sufrió la amputación parcial de su mano izquierda al introducirla en una máquina con engranajes metálicos mientras se encontraba en la colonia Loma Bonita del municipio de Nezahualcóyotl.

Este es el segundo accidente que se registra en la semana en Neza en el que un menor sufre la amputación de algún miembro de su cuerpo; el miércoles una niña de tres años de edad perdió tres dedos de su mano izquierda en un percance doméstico.

El ayuntamiento informó que el adolescente fue llevado en primera instancia al Hospital General La Perla, perteneciente al Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), localizado en Nezahualcóyotl, donde le brindaron atención y estabilización.

Por la gravedad de las heridas era necesario trasladarlo a un hospital de la Ciudad de México, por lo que se solicitó el apoyo del helicóptero Coyote 1 para hacerlo.

Eduardo, el menor de edad, fue llevado en una ambulancia de Rescate Municipal al estacionamiento del Estadio Neza 86 a donde llegó la aeronave para llevar a cabo el traslado.

Con signos estables y en estado consciente, los tripulantes lo condujeron al Instituto Nacional de Rehabilitación, ubicado en la alcaldía de Tlalpan, donde lo recibió personal de urgencias para brindarle asistencia especializada.

Caso de la niña de 3 años

Por su parte, el gobierno local dio a conocer que la pequeña de tres años que sufrió la amputación de las tres falanges distales de la mano izquierda fue operada en el Hospital Magdalena de Las Salinas, localizado en la alcaldía Gustavo A. Madero, para tratar de que los recupere.

El miércoles pasado mientras estaba en su casa de la colonia Agua Azul sufrió el accidente y también tuvo que ser trasladada en el Coyote 1 a un centro médico de la Ciudad de México porque en el Hospital General Gustavo Baz, del ISEM, no había equipo adecuado para ofrecerle asistencia especializada.