VIDEO | A un día del debut de México en Qatar, aficionados rezan al “niño dios” futbolero

El Santo Niño de los Milagros es una figura religiosa que cada Mundial es visitada para pedirle que interceda por la Selección mexicana

HERALDO DE MEXICO

Desde los años 70, el Santo Niño de los Milagros ayuda a los feligreses de la iglesia de San Miguel Arcángel con toda clase de peticiones, pero no fue hasta 1986 que comenzó a recibir rezos para que la Selección Mexicana venciera a sus rivales en un Mundial de la FIFA. Ese año logró uno de los milagros que el conjunto nacional no ha podido volver a cumplir: llegar al quinto partido.

De acuerdo con una administradora del templo, desde que la figura llegó al templo se le vistió con ropa que se le pondría a un menor de edad, pero cuando el país se encargó de organizar la justa mundialista, uno de los feligreses le pidió al párroco de la iglesia que se le pusiera una vestimenta que emulara a la que llevaba el equipo comandado por el legendario Tomás Boy.

Siempre se le había pedido por la salud de los niños e incluso le dejan juguetes como ofrendas por haber sanado a menores de edad en toda clase de enfermedades y complicaciones. Los asiduos a la iglesia aseguran que es muy milagroso.

Su afinidad para también cumplir en la cancha se dio cuando se le rogó que le diera el triunfo al país en sus partidos contra BélgicaParaguay, Irak y Bulgaria. De todos esos duelos, la nación se llevó tres triunfo y un empate.

Lo que no logró el santo fue brindarle al país una victoria ante Alemania, cuyo partido se perdió por medio de los penales. Ya sea vestido con la camisa verde de local o la blanca de visitante, la figura religiosa es visitada por personas que tocan el vidrio de su vitrina, se persignan y piden por el siguiente gol del “Chucky” Lozano o para que los balones no se le resbalen a Guillermo Ochoa.

Pese a que en nueve mundiales los rezos no han sido suficientes para que la Tricolor llegue más allá del quinto partido, los fieles al Santo Niño de los Milagros confían en que la novena es la vencida.